Soñador ....peligroso

Roncador y… “quitasueño”

  

Una de las pruebas de fuego más grandes por las que tienen que atravesar las parejas está en la cama.

Ya estarán pensando ustedes que hablo del desempeño sexual, pero no, ese es un asunto aparte.  Me refiero a los molestos ronquidos.  No hay nada menos sexy que estar entre sábanas de seda, cerrar los ojos después del amor y escuchar una sucesión de “hnrrrrrr, brrrrrr frrrrrr pst pst piffff prrrrrr, uhnrrrr” saliendo del cuerpo del ser amado inmediatamente después de que dijo “dulces sueños”.  ¿Dulces?  Es difícil que lo sean.  Es imposible dormir plácidamente con alguien que ronca al lado, aunque ese alguien sea el ser que uno más quiera sobre la Tierra.  Y es precisamente por eso, por lo que uno se debe preocupar.  Más allá de ese sonido gutural que interrumpe el sueño y a veces da risa, se puede esconder un grave problema de salud.

El roncar no es algo raro.  Más de la mitad de los adultos lo hacen de vez en cuando.  Es más común entre los hombres, pero las mujeres lo hacen también.  Sucede muchas veces después de haber tomado alcohol, como consecuencia de ciertos medicamentos, cuando se sufre de alergias, de apnea del sueño o si se tiene exceso de grasa en el área de la garganta.  ¿Pero por qué se produce el sonido exactamente?

A medida que se entra en el sueño profundo, los músculos del paladar, la lengua y la garganta se relajan.  Los tejidos en la garganta pueden hacerlo a tal punto que vibran con el aire y pueden obstruir su paso.  Es entonces cuando la esposa, el esposo o quien sea que comparta cama o habitación con el roncador, le da unos toquecitos en la espalda para despertarlo o se pone la almohada sobre las orejas para intentar dormir.  Pero a medida que el canal del paso del aire se hace más estrecho, el flujo del aire se vuelve más potente, y los “hnrrrrrr, brrrrrr frrrrrr pst pst piffff prrrrrr, uhnrrrr” también.

Hay varios factores que pueden llevar a alguien a que ronque.  Por ejemplo, la anatomía de la boca, en la cual el tener un paladar blando y más bajo de lo normal puede contribuir. El estar pasado de libras o el tomar alcohol antes de irse a la cama, son ingredientes poderosos; así como los problemas nasales.  Pero la apnea del sueño, durante la cual se producen sonidos estridentes y se interrumpe la respiración de la persona que la padece por la falta del flujo del aire, es quizá menos conocida y bastante peligrosa, ya que puede ocasionar trastornos en el ritmo del corazón e incluso paro cardiaco.  Lo bueno es que si se identifica la causa, se puede tratar.

Una paciente me cuenta que muchas de sus noches las pasa en el sofá porque su marido ronca a un volumen tan alto, que para ella es imposible conciliar el sueño.  Yo le dije que, antes de acostumbrarse, su marido debe visitar al médico y quizá hacer cambios en su estilo de vida: bajar de peso, no tomar alcohol antes de irse a la cama, dormir de lado…me prometió que lo harían.  Y usted… ¿prefiere otra noche en vela?